La Criminología como Ciencia Social: Pasado, Presente y Futuro

Yuliana Paola Rojas Navarro



La criminología ha evolucionado significativamente desde sus inicios como una disciplina marginal hasta convertirse en una ciencia social reconocida con un papel fundamental en el estudio del comportamiento delictivo y sus causas subyacentes. A lo largo de su historia, ha pasado por diversas etapas que reflejan cambios en las concepciones sobre el delito y su tratamiento.

En sus primeras etapas, la criminología se centró principalmente en aspectos biológicos y psicológicos del delincuente, con figuras como Cesare Lombroso proponiendo teorías deterministas que vinculaban características físicas con propensión al delito. Sin embargo, estas teorías han sido ampliamente criticadas por su falta de consideración hacia factores sociales y económicos.

Con el tiempo, se ha reconocido que el contexto social juega un papel crucial en la comprensión de la criminalidad. A partir del siglo XX, enfoques sociológicos comenzaron a ganar terreno; estudios como los realizados por Edwin Sutherland introdujeron conceptos como la "delincuencia de cuello blanco", desafiando las nociones tradicionales sobre quiénes son los delincuentes. Esta evolución ha permitido una comprensión más matizada del fenómeno delictivo.

En el presente, la criminología se enfrenta a nuevos retos debido a la globalización, el avance tecnológico y los cambios socioculturales. El cibercrimen es un área emergente que requiere nuevas metodologías para su estudio e intervención. Además, hay un creciente interés por abordar temas relacionados con la justicia restaurativa y los derechos humanos dentro del marco criminológico.

Mirando hacia el futuro, es probable que la criminología continúe expandiéndose hacia enfoques más interdisciplinarios e inclusivos. La integración de perspectivas feministas, postcoloniales y críticas permitirá una comprensión más completa de cómo diferentes grupos experimentan el delito y su respuesta institucional.

La criminología contemporánea también debe abordar cuestiones éticas relacionadas con su práctica profesional; esto incluye reflexionar sobre cómo sus investigaciones pueden influir en políticas públicas y prácticas judiciales. Una responsabilidad clave será garantizar que los enfoques adoptados sean equitativos e inclusivos.

Para finalizar, la criminología ha recorrido un largo camino desde sus orígenes hasta convertirse en una ciencia social compleja e interconectada. Su futuro dependerá de su capacidad para adaptarse a los cambios sociales mientras mantiene un enfoque crítico hacia las estructuras de poder que influyen en el fenómeno delictivo.

Referencias

Lombroso, C. (1876). L'uomo delinquente.

Sutherland, E.H., & Cressey, D.R. (1970). Principles of Criminology.

Cohen, S. (1980). Folk Devils and Moral Panics.

Garland, D. (2001). The Culture of Control.

Zaffaroni, E.R., & Alagia, R.A. (2012). Criminología crítica.

Ferrajoli, L., & Baratta A., (2013). Criminología crítica e ideología penal.

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