Introducción
Los entornos escolares deberían ser espacios seguros, inclusivos y protectores, donde niñas, niños y adolescentes puedan desarrollarse plena y dignamente. Sin embargo, en América Latina —y Costa Rica no es la excepción— las escuelas también pueden convertirse en escenarios de riesgo, exclusión, violencia y reproducción de desigualdades estructurales. Desde el acoso escolar y el microtráfico en las cercanías, hasta el abandono por inseguridad o falta de recursos, la vulnerabilidad del entorno escolar se vincula directamente con la prevención del delito.
Esta entrada analiza críticamente las políticas públicas orientadas a la prevención de la violencia en entornos escolares, con especial énfasis en la experiencia costarricense y buenas prácticas internacionales. También se propone un modelo integral de intervención basado en la corresponsabilidad institucional y comunitaria.
¿Qué entendemos por entorno escolar seguro?
Un entorno escolar seguro no es solamente la ausencia de violencia física. Es un espacio protector, emocionalmente saludable, inclusivo y equitativo, donde los derechos de las personas menores de edad son respetados y promovidos activamente. Esto implica la prevención de todo tipo de violencias: física, verbal, psicológica, sexual, simbólica, estructural e institucional.
La violencia escolar no ocurre en el vacío: es un síntoma de condiciones sociales más amplias, como la pobreza, la exclusión, la discriminación, la falta de oportunidades y el debilitamiento de redes familiares o comunitarias. Por tanto, prevenirla exige una mirada intersectorial, territorial y basada en derechos humanos.
El caso de Costa Rica: avances y desafíos
En Costa Rica, el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha impulsado diversas estrategias para la promoción de entornos seguros, como la Política de Convivencia para una Educación de Calidad, los Programas de Vida Estudiantil y las comisiones de convivencia escolar. Además, se han desarrollado experiencias exitosas a nivel local, en coordinación con la Fuerza Pública, IAFA, municipalidades y organizaciones comunitarias.
Sin embargo, la implementación ha sido desigual y sin sostenibilidad garantizada. Muchos centros educativos carecen de personal capacitado, infraestructura adecuada o apoyo psicosocial suficiente. En zonas de alta vulnerabilidad, como Limón, Desamparados o Puntarenas, los equipos directivos enfrentan desafíos extremos, como violencia armada cerca de las escuelas, reclutamiento narco y abandono escolar.
Un hecho reciente ilustra esta problemática: en mayo de 2025, la Escuela León XIII en San José suspendió clases por una semana luego de un tiroteo a media cuadra del plantel, lo cual generó protestas de madres y padres de familia exigiendo mayor seguridad y presencia estatal.
Esto evidencia una realidad alarmante: la violencia ha traspasado los muros escolares y el Estado aún no garantiza entornos verdaderamente seguros.
El enfoque de prevención debe ser integral y no reactivo
Muchas veces, las respuestas ante situaciones de violencia escolar son reactivas: sanciones, expulsiones, patrullajes esporádicos. Estas medidas no solo son insuficientes, sino que a menudo reproducen la exclusión y rompen vínculos fundamentales entre estudiantes, comunidad educativa y entorno.
En contraste, un enfoque preventivo y restaurativo debe:
-
Identificar factores de riesgo a nivel individual, familiar y comunitario.
-
Intervenir de manera temprana y con acompañamiento psicosocial.
-
Fomentar la participación estudiantil en la construcción de la convivencia.
-
Promover el diálogo, la mediación y la cultura de paz.
Además, se requiere corresponsabilidad interinstitucional, articulando al MEP, Ministerio de Seguridad Pública, PANI, IAFA, gobiernos locales, ONG y comunidad. Ninguna institución puede asumir por sí sola la complejidad de este reto.
Buenas prácticas internacionales: el modelo de los Estados Unidos
En 2023, el Departamento de Educación de EE. UU. publicó una guía de principios para entornos escolares seguros, inclusivos, justos y de apoyo, la cual ha sido adoptada en varios estados como referencia obligatoria. Este modelo promueve:
-
Códigos de conducta escolares no punitivos.
-
Enfoque de justicia restaurativa escolar.
-
Capacitación continua en resolución de conflictos y trauma.
-
Políticas contra la discriminación racial, étnica, sexual y de género.
-
Redes de apoyo psicosocial permanentes.
En escuelas de California y Nueva York, esta política ha logrado disminuir suspensiones en un 40% y mejorar la percepción de seguridad escolar, demostrando que un enfoque no represivo puede ser más efectivo y sostenible.
Costa Rica podría adaptar muchos de estos elementos, sin perder su marco legal y cultural propio, fortaleciendo especialmente la prevención primaria y secundaria en zonas de riesgo.
Propuesta: Estrategia Nacional de Entornos Escolares Seguros y Corresponsables
Con base en el análisis crítico anterior, propongo el diseño e implementación de una Estrategia Nacional de Entornos Escolares Seguros y Corresponsables, que contemple los siguientes ejes:
1. Diagnóstico territorial de riesgo escolar
-
Uso de mapas de criminalidad del OIJ y datos de ausentismo, deserción, bullying y agresiones.
-
Identificación de escuelas en territorios con alta conflictividad.
2. Equipos móviles de respuesta interinstitucional
-
Conformados por profesionales del MEP, psicología comunitaria, trabajo social, policía comunitaria, y promotores juveniles.
-
Atención rápida a crisis, mediación de conflictos y acompañamiento a víctimas.
3. Red de estudiantes mediadores y líderes de paz
-
Formación de estudiantes en herramientas de diálogo, justicia restaurativa y convivencia.
-
Rol activo en la resolución de conflictos y la promoción de espacios inclusivos.
4. Campañas de prevención desde el arte, el deporte y la cultura
-
Estrategias como teatro-foro, muralismo, cine-debate y deportes en comunidad.
-
Visibilización de la violencia simbólica, el bullying, el racismo y la violencia de género.
5. Fondo nacional de infraestructura segura y accesible
-
Inversión en iluminación, acceso, cercas, aulas seguras y espacios de recreación.
-
Prioridad para centros en zonas vulnerables o con riesgos estructurales.
Hecho actual: aumento de violencia escolar y reacción institucional débil
En el primer semestre de 2025, el MEP registró más de 2.300 incidentes de violencia entre estudiantes, incluyendo agresiones físicas, amenazas con armas blancas y casos de abuso psicológico grave. El Ministerio reconoció que solo el 38% de los centros educativos cuenta con profesionales en orientación o psicología, lo cual limita enormemente la respuesta institucional.
Organizaciones como Fundación Paniamor y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han alertado sobre la creciente vulnerabilidad emocional de estudiantes tras la pandemia y la necesidad urgente de reforzar la atención socioemocional en escuelas.
Conclusión
La escuela debe ser el primer espacio de prevención, contención y transformación social. No podemos seguir permitiendo que las niñas, niños y adolescentes vivan el miedo, la violencia o el abandono dentro o alrededor de las aulas. La prevención en entornos escolares no es una opción, es una obligación ética y política del Estado y de toda la sociedad.
Costa Rica tiene el marco institucional, las capacidades técnicas y la experiencia acumulada para desarrollar una política integral de entornos seguros. Lo que falta es voluntad política, recursos suficientes y una ciudadanía que exija el derecho a aprender sin miedo.
La seguridad no empieza con la cárcel ni con la policía: empieza con una escuela segura, viva y en paz.
Noticias y hechos actuales relacionados
-
Nacional: “Violencia obliga al cierre temporal de escuela León XIII tras tiroteo” – CRHoy, 9 de mayo de 2025.
https://www.crhoy.com -
Internacional: “EE.UU. refuerza políticas para escuelas seguras con enfoque inclusivo y restaurativo” – The New York Times, 20 de abril de 2025.
https://www.nytimes.com
Referencias (APA 6)
-
U.S. Department of Education. (2023). Guía de principios para la creación de entornos escolares seguros, inclusivos, justos y de apoyo. Washington, D.C.
-
Secretaría de Educación Pública (SEP). (2020). Entornos escolares seguros en escuelas de educación básica. Ciudad de México.
Comentarios
Publicar un comentario